Al comprar ostras y llevarlas a casa, si cuando las vayamos a abrir vemos alguna que esté abierta y cuando la tocamos no se cierra o que tiene un olor más especial, más fuerte de lo normal, hay que desechar la ostra. Hay que comprar buen género, pero muchas veces si la tenemos en la nevera, e incluso en las ostras más frescas, algunas veces te puede salir alguna mala.
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